miércoles, diciembre 05, 2007
A José Manuel Díaz Fernández,
el mejor poeta de Encinasola
I
Si el saberlo te consuela,
pues se diga con detalle
que en una céntrica calle
de nombre antiguo “Corchuela”,
está un hombre que a la escuela
se dedicó con atino,
cerrándole su camino
esa pinza que atenaza,
te pone a veces mordaza
y que se llama, “destino”.
II
José Manuel es su nombre,
persona afable, serena,
que cargando con su pena
día pasa que no asombre,
hace que su pluma alumbre
al componer con destreza,
rima limpia y sutileza,
sus poemas con acierto,
colocando al descubierto,
del lenguaje, su belleza.
III
Poeta de los de antaño,
que desde el fondo del pecho
con ternura y sin despecho,
nos cuenta de desengaños,
de tragedia y de regaños,
de relaciones truncadas
que ya fueron olvidadas,
de preciosas ilusiones
que rompiendo corazones
se perdieron desbocadas.
IV
Si la oscuridad que acecha
se retrata en tu poesía
robándole fantasía,
¡marocho, paisano, lucha!,
pues tras ésa gris capucha
se oculta un hombre sincero,
dando siempre por entero
lo mejor de su valía.
¡Lucha con valentía!...
¡Sal de ése triste agujero!...
J.M.Santos
Décima o Espinela
Composición poética de Arte Menor
Diez versos, que riman: ABBAACCDDC
NOTA DE MAROCHOS: Como podéis comprobar en la fecha de arriba esta composición poética fue publicada con anterioridad.
Al ser contestada por la persona a la que iba dirigida la volvemos a reproducir.
A José María Santos
(Soneto)
Te asomaste a mi vida con tu pluma
haciéndote eco de mis avatares...
y, con esa rosa de mis cantares,
inundas de luz la sombra de mi bruma.
Cuánto te lo agradezco, compañero
que tu brisa, soplara en mis orillas
y, con los versos de tus cuartillas,
brillara la esperanza en mi sendero.
Tengo de tus palabras, la bandera
para esa lucha...a la que me animas
desde esa distancia de tu trinchera.
Hablas de mi talento y, lo sublimas...
pero, desde mi voz grave y sincera,
pregonaré el coraje de tus rimas.
José Manuel Díaz Fernández
12-Diciembre de 2.007
Soneto en respuesta de gratitud, a la deferencia poética de un amigo que, tuvo a bien, glosar y honrar a mi humilde persona.
